Desde el comienzo de la cuarentena (y algunos innovadores desde antes), a varios de nosotros se nos ha forzado a experimentar el teletrabajo desde nuestros hogares, intentando convertir un rincón de la mesa en una mini oficina, a la par de convivir con las tareas típicas del hogar y con toda la familia en casa.
¿Es posible hacerlo? ¿La calidad del trabajo es la misma? Cuando la cuarentena termine.. ¿se extrañará este tiempo único, compartido con los hijos?
Estas incógnitas sólo pueden responderse con la mano en el corazón, y así han respondido un grupo de padres, muy sinceros, muy ocupados y sobrevivientes, casi superhéroes inmersos en este gran desafío llamado aislamiento preventivo.
Los testimonios
Una de ellas, Leticia, Administrativa-Contable, madre de dos hijos, uno de 6 y una beba de 18 meses, nos cuenta que sí, es posible hacer teletrabajo con los chicos en casa: “Se puede, te cambia un poco la realidad, hay que adaptarse a otros horarios…, te encontrás hablando por teléfono y cambiando un pañal, por ejemplo. Es un verdadero desafío, querés, por un lado, estar en casa, no perderte nada de tus hijos, pero por momentos querés estar en tu escritorio, haciendo sólo el trabajo…”
Analía es profesora en escuelas técnicas de la ciudad de Bahía Blanca y es bioingeniera. Tiene cinco hijos: gemelas de 15, un hijo de 14, una hija de 12 y una de 10 años. Ella dice que para lograrlo es necesario mucha disciplina y hacer mínimamente una estimación de las horas que efectivamente podemos dedicarle al trabajo en casa, aunque no llegue a ser una rutina de horario fijo.
“Hay un gran riesgo de que si estás en tu casa, todos busquen tu ayuda y no respeten tu espacio y no todos los trabajos permiten interrupciones continuas y genera muchísimo stress.” Y agrega: “si tenés 5 chicos como yo y trabajas en tu casa o afuera de tu casa, alguien se tiene que ocupar de las tareas del hogar, la limpieza, las compras y de atender a los chicos en sus necesidades, sea llevarlos a actividades extraescolares por ejemplo […], y digo esto, porque uno tiene la ilusión de que si teletrabaja, se va ahorrar la señora de la limpieza, la niñera, el transporte, y la verdad es que cada cosa requiere su tiempo, y si bien tu trabajo puede no requerir un horario fijo, es un gran error usar el tiempo que necesitamos para descansar en trabajo.”
Analía dice que depende mucho de cada caso particular, no es lo mismo tener un chico o varios, ya escolarizado o no. Y tiene razón.
¿La eficiencia es la misma?
Maximiliano, papá de dos niñas (6 años y 11 meses) que se dedica a hacer Inspección de Cargas y Buques, nos relata que es posible hacer teletrabajo con niños, pero de manera muy ineficiente: “Los niños y el hogar en si requieren de una atención permanente, ni los niños ni el hogar entienden de cosas importantes ni urgentes.”
Diego, Contador Público, padre de dos varones, de 6 y 12 años, opina de forma similar: “Cuando uno trabaja desde su casa (salvo que tuviera una casa muy grande, con un estudio totalmente separado), conviven, en cierta forma, las realidades familiares con el trabajo; hoy por ejemplo, en este contexto, donde los chicos también tienen sus clases de manera virtual, si no hay un ambiente por persona, se superponen las clases con el trabajo y a veces como que uno trabaja con mucho ruido».
«Otra traba sería no tener la suficiente cantidad de dispositivos, celulares, notebooks, etc., como para que cada uno al mismo tiempo esté haciendo o su clase o su trabajo o lo que fuera. Nos pasa, por ejemplo, que yo recibo una llamada y necesito hablar tranquilo, en forma privada y al mismo tiempo están con las clases, pero bueno, entre auriculares, notebooks y celulares se va llevando y se puede hacer; nosotros no hemos tenido problemas, pero insisto, la calidad no es la misma, la calidad es superior cuando las cosas se hacen de manera presencial o cuando uno trabaja sólo, desde el estudio está cómodo y bien.”
Lo que destaca además, es que, independientemente de los hijos, hay profesiones que permiten hacer teletrabajo más que otras: eso es una realidad. En su profesión de Contador existen varias herramientas virtuales, por ejemplo, todas las Declaraciones Juradas se presentan por internet y también existen sistemas de contabilidad online. Pero plantea que, tal vez, “en estudios contables grandes, con mucho personal, hay una interacción entre los empleados, que si bien se podría llegar a tener por Zoom en este caso, la realidad es que no es exactamente lo mismo, como no es lo mismo una clase presencial de los chicos que por Zoom. Las ventajas del modo presencial son evidentes, con lo cual entiendo que si bien se puede, no es exactamente igual o no tan eficaz.”
La realidad de Mercedes es diferente a las anteriores, ella ya hacía teletrabajo desde antes de la cuarentena y nos compara las dos situaciones: ella es Licenciada en Administración de Empresas y estudiante de Contador. Tiene dos hijos, de 4 y 7 años. Realiza teletrabajo desde fines del año pasado. Antes del aislamiento preventivo y obligatorio, haciendo teletrabajo, experimentaba que la edad de los chicos le ayudaba, debido a que ambos tenían actividades, así que trataba de organizarse para trabajar en el horario que ellos estaban en la escuela y jardín. (Lo que no quitaba que, según la época del mes, hubiera días en que trabajaba hasta tarde o noche). “Esto se complicó ahora con la cuarentena, ya que estamos todos en casa y se hace más difícil encontrar el momento para poder trabajar”.
¿Qué tips recomiendan los papás?
La mayoría nos dio su secreto: Se levantan antes que los chicos. “Esas dos horitas…, uno está más tranquilo, puede aprovecharlo, hacerlo mejor, y después bueno, tratar de instalarse en una de las habitaciones y estar más encerrado, cosa que no haya tanta interferencia para poder hacer el trabajo bien”, se anima a decir Diego. “Yo aprovecho cuando todo está en calma”, dice Leticia, “uno duerme y el otro mira dibujitos y ahí le meto con ganas”. Maximiliano nos da un consejo más: “si no es posible hacerlo temprano, antes de que empiece la rutina familiar, hay que ser muy creativos en la «devolución» de ese tiempo (que los niños asumen como propio)”, relató. Y Mercedes agrega la cuota divertida: “les organizo alguna actividad: como tarde de pelis con pochoclos o juegos de mesa como masa, daquis o bloques, en los que se entretienen bastante rato.”
Y cuando la cuarentena se acabe…¿Se preferirá la oficina o el teletrabajo?
Mercedes y Leticia pareciera que se inclinan más por trabajar desde casa: “en general, para realizar la misma tarea en casa demoro más que si lo realizo en el trabajo, pero prefiero trabajar desde casa, ya que me permite estar y disfrutar a los chicos” afirma Mercedes. Leticia por momentos desea mucho volver a su oficina, cree que estaría más tranquila, pero por otros, “ver cada momento del día a tus hijos, sin perderte nada, es maravilloso también.”
Diego y Maximiliano, contrariamente a las chicas prefieren la oficina; Diego explica: “uno tiene todo de manera ideal para poder trabajar de la mejor manera, desde un monitor más grande, una pc de escritorio, un escritorio exclusivamente para trabajar, una fotocopiadora láser, calculadora, biblioteca tributaria, aire acondicionado, un lugar donde recibir a la gente, con lo cual eso es completamente incomparable”. Y Maximiliano agrega razones similares: “eficiencia, concentración y privacidad del ámbito laboral.”
Analía en cambio, nos brinda una gran reflexión al respecto: “si me dan a elegir, prefiero salir de casa, por todo lo que implica para mí el relacionarme socialmente, porque cambio de ambiente, porque miro vidrieras, hago mandados a la pasada, a la ida y a la vuelta»
«En este tiempo sí me di cuenta que una computadora en casa puede ahorrar un montón de tiempo, por ejemplo, hacer la compra online en lugar de hacer una hora de cola, y luego que te lleven el pedido a domicilio. Aprendí que es muy útil usar internet para pagar impuestos, comunicarse con las personas que están lejos, compañeros de trabajo, para hacer cosas en equipo y como herramienta para motivar a los alumnos con un montón de ideas, como el crear presentaciones, ver video simuladores, ver experiencias de laboratorio, etc. Y que de hecho va a quedar como un aporte que suma cuando pase este periodo de cuarentena y de pandemia, pero de ningún modo puede sustituir, por ejemplo en educación, el encuentro en la relación profesor-alumno, así como no sustituye una videoconferencia grupal una reunión de amigos, o no sustituye Netflix una salida al cine, es decir, no estamos hechos para ‘vivir´ virtualmente.”
Preguntas y respuestas
Todos estos testimonios nos dejan preguntas hermosas, que cada uno contestará desde su realidad y sus sueños, su vocación por la familia y responsabilidad por el trabajo, para poder darle lo mejor a los suyos. A veces se prefiere el llanto del bebé a los gritos de un jefe con un mal día, otras veces, cuando se está las 24 horas con el bebé…, tal vez los gritos de un jefe no duelen tanto. Los padres hacen sacrificios enormes por sus hijos, que sólo se entienden cuando uno se vuelve padre, ¿qué no daría uno por sus hijos?
Me animo a esbozar que para que uno pueda dar lo mejor de sí en su trabajo, se necesita un mínimo espacio de silencio, privacidad y recursos adecuados; si no es posible hacerlo (o no se quiere) en una habitación del hogar, habrá que irse por un rato a trabajar afuera, mirando el portarretrato en el escritorio de vez en cuando, para luego volver a casa, y fundirnos en ese abrazo infinito con los hijos, en donde hasta el perro festeja.
Este tiempo de pandemia, si hay algo que tiene de bueno, es que nos hizo volver a valorar nuestra casa, amar nuestro hogar y el hermoso tiempo con la familia.