Y llegó el momento de “ponernos en pausa”.
A los ritmos acelerados, los temas políticos, las diferencias sociales, el dólar, el peso, las corridas, el comienzo de las clases, la compra de útiles, el apuro constante, la grieta, el querer pertenecer, las reuniones masivas, la falta de tiempo… les digo que esperen, porque en este momento una cosa sola importa en el mundo, y sí… todos sabemos qué es.
Una situación rara en la que miramos a nuestro alrededor y vemos que todos somos iguales, en esta no hay diferencias de clases, color y raza, aunque todavía peque, en algunas partes del mundo, la soberbia, la indiferencia y falta de respeto.
Todos hablamos de este tema, la incertidumbre por saber qué va a pasar, la ansiedad de estar tantos días en casa, salir de la rutina que tan quejosos nos tiene, pero ahora que la cortamos no sabemos cómo actuar.
Creo y estoy convencido que, como todo en la vida, las cosas pasan por algo. Todo tiene un para qué y aunque nos cueste entenderlo, de esta situación vamos a rescatar cosas buenas, pero todos vamos a tener que hacerlos juntos, si volvemos a repetir los errores del pasado, difícil será levantar a una Argentina, que acarrea una crisis social y económica prolongada.
Ante varias consultas de empresarios y/comerciantes, en nuestra consultora, hemos abordado y analizado este tema, y llegamos a algunas conclusiones que deseamos compartir.
Cada uno debe tomar su rol y los líderes no estamos ajenos a esto, ¿pero… qué sucede? Creo que muchos entramos en una nebulosa debido a que las decisiones en este contexto, se dan minuto a minuto y hace complejo el planificar.
Me tocó vivir en “carne propia” una experiencia este lunes pasado, donde ingresaban a un proyecto 50 personas a trabajar y tuvimos que comunicarle a cada una de ellas, que por el momento quedaba todo en “stand by”. Me imagino la desazón (más allá del entendimiento) de personas que están en búsqueda laboral hace tiempo, sueñan, proyectan y de repente ven frustrado su posibilidad.
Los líderes empujamos, debemos llevar calma, acompañar este proceso en la organización, pensar, planificar y construir futuro… ahora…, ¿quién nos empuja a nosotros?; es prioritario que busquemos una fuente de energía y debemos ser creativos con esta, en mi caso es salir a andar en bicicleta, por lo que en este momentos, tendré por razones obvias, que encontrar otra.
¿Y qué hacemos con el tiempo?
Esta articulo comencé a escribirlo antes de la cuarentena total obligatoria, por lo tanto la situación era otra y las sugerencias eran las siguientes.
Es importante que conversemos con el personal para ponerlos en situación organizacional, pensar estrategias, hacerlos parte en la búsqueda de soluciones. En las organizaciones (sean grandes o pequeñas), todos PIENSAN.
- Crear un modelo de reducción de costos, que nos ayude a soliviar los gastos de estructura.
- Repensarse, es fundamental que vayamos revisando nuestros objetivos, estrategias y repensemos nuestro negocio.
- Capacitarse, dado que los horarios de trabajo en muchas empresas son reducidos, aprovechemos el tiempo para formarnos.
- Formalizar los procesos administrativos y/u operativos por escrito.
- Crear métricas que nos ayuden a gestionar nuestro negocio. Recuerden que “no se puede gestionar lo que no se mide.
- Revisar la estructura organizativa.
- Reflexionar sobre la forma que tenemos para comunicarnos.
- Pensar cómo podemos lograr mayor motivación.
- Optimizar nuestro sistema de compras.
- Definir un modelo de gestión comercial.
Sin duda, que luego de la cuarentena obligatoria que comenzó a regir a las cero horas del día de hoy, nos vemos en un nuevo desafío, pero aprovechemos este tiempo para repensar nuestras empresas, nuestras relaciones, nuestras familias. En poco vamos a estar en acción nuevamente y vamos a poder aplicar todo lo planeado.