Ya no nos sorprende saber que el COVID 19 dejará su huella marcada en la historia de la humanidad, pero también la dejará en los pilares que construyen nuestro futuro.
Si bien la frase “lo único constante es el cambio”, antes de la pandemia, sonaba hecha y sofisticada, hoy describe nuestra realidad. La forma de relacionarnos, de trabajar, de producir, de divertirnos, de entrenarnos, de priorizar, de comportarnos, etc.. etc…todo esto y más…atraviesan un vertiginosísimo proceso de cambio…y esa es la nueva normalidad…el vertiginosísimo cambio.
Como lo dije antes, hay cosas que me alegran y que me preocupan de la nueva normalidad. Me alegra que quede desterrada aquella temible frase desanimadora….que surgía como respuesta obvia por parte de un interlocutor ante cualquier intención de cambio o mejora….”yyyy…..perooo…esto siempre se hizo así” …es poco probable que hoy esa frase tenga validez!!!…por fin…nos la sacamos de encima!!!
También me alegra que la situación nos obligó a amigarnos con la innovación, en realidad no nos dejó otra alternativa!
Por fin se les dió la oportunidad a tantos emprendimientos vinculados a la gestión de reservas, turnos y a nosotros también!, llegó el momento de ahorrarnos valiosas horas de nuestra vida que antes utilizabamos “esperando” para ser atendidos.
Me preocupa (y mucho) que pensemos que adaptarnos a la nueva normalidad solo sea intentar “enlatar” lo que hacemos .
Hoy nos parece normal, práctico y divertido reunirnos con un psicólogo, médico, abogado, asesor, pantalla de por medio…(desde casa y quizas en ojotas). También es asombrosa la practicidad de comprar online y que mágicamente y luego de poco tiempo, esté rociando con alcohol en la puerta de mi casa el producto ¡¡que adquirí horas atrás!!!.
Sin embargo, me preocupa (y mucho) que pensemos que adaptarnos a la nueva normalidad solo sea intentar “enlatar” lo que hacemos (emprendimiento o profesión) en Internet. Percibo que, en muchos casos, la zona de confort solo se extiende a un cambio de canal (comunicación, venta), sin embargo la realidad es que solo eso no alcanza, la cosa no es mágica.
Si deseamos crecer con nuestro emprendimiento o profesión en esta nueva normalidad, tenemos que estar dispuestos a estar en un “modo alerta constante”. Este “modo alerta constante” implica estar al tanto de las tendencias, conocer mis fortalezas, ampliarlas -de la forma que sea- y reconocer los nuevos requerimientos tanto de los consumidores como de las “nuevas maneras” de producir, relacionarse, entretenerse, entrenarse, comercializar, transportar, etc.
Esto requiere que como prestadores de servicios o productores de bienes, sea conveniente re PLANTEARSE continuamente el modelo de negocio, la estrategia, el famoso “a quién, qué y para qué” de lo que estamos haciendo!. Podría parecerse a esos momentos en que hacemos equilibrio en una pose de Yoga o arte marcial, donde constantemente generamos fuerzas distintas para mantener cierta posición.
Mi mayor preocupación es que nos conformemos con mirar la punta del iceberg; ¡la oportunidad de seguir en carrera está mirando las profundidades!
¡Te invito a participar del curso taller on line “re PLANTEANDO mi emprendimiento” donde trabajaremos en las profundidades del iceberg! Información e inscripción en instagram.com/hormigasemprendiendo/