Hay una nueva economía que ha crecido en el interés de los habitantes del mundo, con el fin de cuidar el consumo responsable y el cuidado del medio ambiente. Pero, al margen de este pensamiento, la economía circular ha generado una industria vinculada a las 5 R.
En 2025 el 65 % de los residuos de envases tendrán que ser reciclados, y el 70 % en 2030. También se comenzará a recoger selectivamente ciertos tipos de residuos: los residuos domésticos considerados peligrosos, en 2022; los residuos biológicos, en 2023; y los textiles en 2025.
Esta nueva industria y economía social es una oportunidad no sólo para los empresarios, sino también para los trabajadores, las cooperativas, entidades sindicales, industria y comercio, en una empresa organizada y sustentable.
El consumo de productos es constante en la República Mexicana y la basura también se multiplica por las urbes. Ante este escenario, tres hombres de negocios vieron una oportunidad para emprender, a través de la cultura del reciclaje.
Hace dos décadas, Jaime Cámara nunca dudó que el negocio del reciclaje tuviera futuro en México. El paso del tiempo le demostró que había una oportunidad de convertir en oro lo que muchos consideraban basura.
“Sonaba como una locura en ese momento, pero el tiempo nos ha dado la razón y hoy se ha convertido en algo que es una tendencia a nivel mundial. Nadie creía que el negocio del reciclaje del PET pudiera funcionar, pero ahora tenemos la planta recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo. Es un orgullo para México”, dice Jaime Cámara Creixell, director general de PetStar y presidente la Comisión de Imagen de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).
El consumo de productos es constante en la República Mexicana y la basura también se multiplica por las urbes. Cada mexicano produce al año un promedio de 311 kilogramos de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), de los cuales sólo 39.7 por ciento son susceptibles de ser aprovechados, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Una oportunidad para incrementar el reciclaje.
Y aunque estas cifras parecen positivas, el panorama se ensombrece para el reciclaje de materias como el plástico. La baja en los precios del petróleo es un desincentivo para las empresas, ya que es más barato adquirir un producto virgen y no reciclado.
El pasado dos de septiembre, la Mezcla Mexicana de petróleo se ubicó en 36.82 dólares, mientras que el tres de septiembre de 2013 se ubicaba en 102.97 dólares, lo que representa una caída de más de 179 por ciento en el precio del oro negro.
Las empresas enfrentan una prueba de fuego para demostrar que están comprometidas con el medio ambiente. “No son tiempos fáciles para la industria del reciclaje. Y en estos momentos valoro mucho más el compromiso de nuestro accionista, porque demuestra que está aquí por una convicción en el largo plazo”, dice Cámara Creixell.
Pero no sólo la caída en los precios del petróleo pone a prueba a los negocios dedicados al reciclaje, sino que también la lenta adopción de la cultura del reciclado en la población mexicana y la coordinación de políticas entre los tres órdenes de gobierno. Esta es la historia de los hombres que convirtieron la basura en oro y que hoy luchan por apoyar al medio ambiente y mantener el negocio.
El reto de reciclar
En 1994, la crisis económica generada en México hizo que el negocio de Jaime Cámara se fuera a la quiebra. Así fue como en 1995, el ingeniero industrial egresado de la Universidad Anáhuac tomó la decisión de apostar por un negocio incipiente en el país: la recolección de plásticos en los basureros.
Cámara Creixell y su equipo de trabajo decidieron cambiar los trajes y vestidos formales por los overoles, para ir a los basureros a buscar el PET. “Había un boom para reciclar el PET y hacer fibras textiles”, dice el directivo.
Así se inició el desarrollo de una infraestructura para poder atender a los reciladores urbanos. Para 1996, ya eran los acopiadores de plásticos post consumo más grande de América Latina y exportaban el material hacia el vecino país del norte.
En 2006, el ingeniero constituyó PetStar para ofrecer un plan en el que las embotelladoras del país reciclaran sus botellas. Hoy, PetStar cuenta con la planta recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo, la cual atiende al sistema Coca Cola de México.
Hoy, el reciclaje de PET es una oportunidad y un reto al mismo tiempo, dice el ingeniero. En México, existen más de 120 millones de habitantes que han elevado su tasa de vida a 74.5 años, mientras que en las últimas seis décadas la población se cuadruplicó y la edad promedio de las personas oscila entre los 23 y 29 años, tendencia que elevará el consumo de productos y la generación de residuos.
México se ubica como el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial, con un consumo de 28,453 litros cada año, de acuerdo con Kantar World Panel; y el cuarto lugar en el consumo de bebidas carbonatadas, como son los refrescos, con un consumo de 137 litros anuales por persona, según un estudio de la consultora Euromonitor International. Estas dos bebidas utilizan envases de PET, lo que muestra la importancia de su reciclaje.
En el país se consumen 700 toneladas de PET virgen. Aunque México se ha consolidado como líder en América en el reciclado del plástico (50.4% reciclado), posición que lo ubica México por arriba de Estados Unidos en el reciclado de PET (31%), de acuerdo con datos de la asociación civil ECOCE.
En el país, 15 empresas reciclan PET, con una capacidad para reciclar 300,000 toneladas al año, lo cual requiere una inversión de 314 millones de dólares anuales. Cerca de 50% del PET reciclado es de grado alimenticio, según la asociación. PetStar recicla el equivalente a llenar el Estadio Azteca 2.4 veces al año, lo que representan 50,000 toneladas del plástico.
Al utilizar resina de PET reciclada se disminuyen 87% de las emisiones contra la resina virgen, mientras que la producción de PetStar equivale a sacar de circulación todos los autos de la Ciudad de México por dos días.
Lo importante es reducir la materia prima en las botellas y reciclar más con menos. El sistema Coca Cola ha tenido una reducción en PET de 25 por ciento, lo que se traduce en adelgazamientos de sus envases, lo que obliga a las empresas a contar con una mejor infraestructura para producir más resina reciclada. Hoy, la importancia del reciclaje va más allá del medio ambiente y también se vuelve importante en el impacto social que tiene en México.
Reciclar para la gente
En 2007, el argentino Pablo Kohan escuchó algo que lo obsesionó y le quitó el sueño. “Mi padre me comentó que alguien estaba haciendo techos con el reciclado de Tetra Pak y empecé a armar el proyecto e investigar. Hablé con gente de Tetra Pak y empecé a ver la tecnología que había alrededor del mundo”, recuerda el director general de Verdek Transformaciones Sustentables.
Durante 2008, Pablo inició la búsqueda de capital para dar vida al proyecto Verdek y fue hasta 2010 que su idea generó una primera compañía que dejaría por un conflicto con sus socios, y fue hasta 2013 que Verdek nació como en la actualidad opera.
La operación de la planta en San Martín de las Pirámides (cerca de Teotihuacán), Estado de México, logra reciclar cada mes 400 toneladas de envases Tetra Pak, que da paso a una tonelada de celulosa blanca y 350 kilos de polialuminio cada dos horas.
Verdek ha invertido casi tres millones de dólares para producir celulosa que se convierta en la materia principal para construir hogares en el país. Cerca de 300 láminas diarias son producidas desde las instalaciones de la empresa en Estado de México.
El beneficio económico y ecológico no es menor. El material de Verdek con el que se construye una casa de 38 metros cuadrados tiene un costo de 140,000 pesos y se produce de 48 a 72 horas. La tecnología también permite construir baños con biodigestor y hasta salones de clases para recibir a 30 alumnos. En la actualidad, Verdek ha instalado edificaciones con material reciclado en Querétaro, Puebla, Tlaxcala y Morelos.
Existe un déficit de un millón 100,000 baños en el país, dice Pablo Kohan, quien también es consejero de la Escuela de Diseño, Ingeniería y Arquitectura del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México. En México se utilizan 180,000 toneladas de Tetra Pak y en 2015 tan sólo se reciclaba un ocho por ciento de la materia, mientras que el cartón de doble fondo de Tetra Pak tarda hasta 300 años en biodegradarse, dice Pablo.
En el caso del Tetra Pak se espera que se recicle 40% de los envases hacia 2020, lo cual sería equivalente a reciclar 100,000 millones de envases al año. Más de 150 empresas en 45 mercados reciclan materiales de cartón, dice Tetra Pak.
El empresario originario de Argentina cree que a pesar de los vaivenes económicos que vive México y el mundo existe un espacio para sumar valor al negocio del reciclado a través de la incorporación de emprendedores en la industria.
El futuro del reciclaje
“No se puede improvisar… El reciclaje no es para improvisados”, dice Cámara Creixell. La clave para perdurar en la industria del reciclaje es tener la tecnología correcta, infraestructura de recolección integrada, evitar intermediarios y encontrar a los accionistas que se comprometan con uso de la resina virgen, dice el ingeniero industrial.
Para el director general de PetStar la fórmula para vencer la caída del valor de las materias primas vírgenes es lograr eficiencias en los costos, algo en lo que coinciden los tres emprendedores consultados.
Por ejemplo, la empresa ha logrado hacer eficiente la transportación de los envases, lo cual le ha permitido mantener sin cambios la flota que integra su sistema de recolección. Verdek también lucha por desarrollar su propia tecnología y eficientar sus procesos en un intento de ser más competitivo frente a los precios de las materias vírgenes.
“Es importante mantener comunicación con los gobiernos, y no sólo el federal, sino los estatales y municipales para que implemente políticas públicas que incentiven el reciclaje y no lo inhiban”, dice Cámara.
Jaime Cámara cree que estos son tiempos difíciles en donde sobrevivirán las empresas de reciclaje comprometidas con el medio ambiente, y pondrá en tela de juicio el papel que juegan las compañías en México.
Fuente: Revista AltoNivel (México)
Introducción: Fabio Perussich Williams